Ideales para momentos de un desesperado antojo de algo dulce como dice mi mamá: “Andá a traerme algo pequeñito y dulcito”.

Realmente se preparan en un santiamén y podemos satisfacer ese antojito improviso, son una delicia vegetariana.

Iniciamos colocando las galletas en un mini triturador o licuadora.

Trituramos hasta que obtengamos un polvo de galleta.

Colocamos en un sartén mediano antiadherente la mantequilla, la derretimos a fuego medio bajo, luego incorporamos el polvo de galletas, la leche condensada y el coco.

Cocinamos siempre a fuego medio bajo, revolviendo continuamente.

Cuando vemos que la mezcla se despega del fondo del sartén, apagamos el fuego.

Retiramos y colocamos la mezcla en un plato o superficie para que se enfríe.

Una vez que está completamente frío, colocamos sobre una superficie coco.  Realizamos pequeñas bolitas con la mezcla, las pasamos sobre el coco y las colocamos aparte.

Emplatamos y gustamos nuestras cajeticas cada vez que tengamos un antojito.

Podemos conservarlas hasta por 5 días en un recipiente hermético.

¡Buen provecho!