Esta pizza de escarola es una delicia vegana, con un relleno dulce-amargo digno de probar.

Receta típica napolitana, ideal para una cena informal, para un pic nic o simplemente para cuando deseamos degustar algo goloso y exquisito.

Cernimos la harina en un recipiente grande.

Incorporamos la levadura y aproximadamente 220 ml del total del agua.  Mezclamos hasta que la harina haya absorbido todo el líquido.

Agregamos la sal y los restantes 50 ml de agua.  Mezclamos.

Vertemos el aceite.

Amasamos bien hasta que todos los ingredientes estén bien amalgamados.  Cubrimos y dejamos reposar por 3-4 horas.

Mientras la masa reposa, preparamos el relleno.

Lavamos, secamos y cortamos la escarola.

Vertemos en un sartén antiadherente u olla el aceite extra virgen de oliva, colocamos los chiles picantes y los dientes de ajo a fuego medio.  Sofreímos por 3-4 minutos, cuando vemos dorado el ajo, los retiramos al igual que los chiles picantes.

Colocamos los piñones en el aceite aromatizada por unos 3 minutos.

Cortamos en rodajitas las aceitunas y las incorporamos al sartén, revolvemos.

Agregamos la escarola picada y cocinamos a fuego dulce por algunos minutos.

Cuando la vemos suave, revolvemos todo muy bien y apartamos del fuego.  Dejamos enfriar.

Precalentamos el horno a 180° C (350° F).

Transcurrido el tiempo de reposo de la masa, la colocamos sobre una superficie.

La dividimos en ¾ y dejamos aparte el restante ¼.

Extendemos con un rodillo la parte más grande.

Engrasamos el molde y colocamos delicadamente la masa extendida, acomodándola dentro el molde y dejando un poco para el borde.  Colocamos el relleno frío.

Extendemos la otra parte de la masa y la apoyamos sobre el relleno. 

Presionamos los bordes y giramos ligeramente hasta que terminemos de unir todos los bordes.  Con ayuda de un tenedor realizamos huequitos en la superficie.

Pincelamos un poquito de aceite extra virgen de oliva.

Horneamos a 180° C (350° F) por 40-45 minutos.

Cuando lo vemos dorado, retiramos del horno y dejamos dentro el molde unos 15 minutos.

Desmoldamos y degustamos nuestra exquisita pizza caliente, tibia o incluso fría.

¡Buen provecho!