Maravillosa sorpresa la que nos regala este exquisito y cremoso pesto o crema. 

Lo podemos utilizar ya sea con la pasta agregando un poquito de agua de cocción o simplemente como una crema, untándola en nuestro pan preferido.

Lavamos muy bien las acelgas, de manera que eliminemos cualquier residuo de tierra.

Separamos las hojas de los tallos.  Utilizaremos solamente las hojas, pero los tallos los podemos utilizar para otra receta o los cocinamos al vapor y degustamos simplemente con un poquito de aceite extra virgen de oliva o de linaza y una pizca de sal.

Mientras realizamos esta operación, colocamos en una olla mediana suficiente agua y la ponemos a hervir, salamos poco.

Una vez llegada a ebullición, introducimos las hojas y cocinamos por 5 minutos.

Ya sea en el fregadero o en un recipiente grande, colocamos agua muy fría y si lo deseamos y tenemos a disposición colocamos cubos de hielo.  Allí colocaremos las hojas una vez cocinadas para interrumpir el proceso de cocción.

Cuando ya están bien frías, las escurrimos muy bien.

En un pequeño sarten, colocamos las almendras o las frutas oleosas que más nos guste o tengamos a disposición a fuego medio alto, las giramos por algunos minutos para que se activen sus minerales y vitaminas pero que no se quemen.

Disponemos las hojas escurridas junto a las almendras dentro un mixer o triturador, un par de cucharadas de aceite extra virgen de oliva y una cucharada de agua de cocción, hasta que obtengamos una crema.

Incorporamos el queso parmesano y trituramos, si fuese necesario agregamos un poquito más de aceite extra virgen de oliva.  Probamos y si es necesario agregamos una pizca de sal.

Degustamos nuestro pesto o crema de acelgas ya sea con nuestra pasta favorita agregando un poquito de agua de cocción de la pasta o con nuestro acompañamiento favorito.

¡Buen provecho!