Adoro esta receta por su increíble versatilidad y por ser una auténtica “saca de apuros”.

Rapidísima de realizar, nos ayuda cuando no tenemos ni idea de qué cocinar y sobre todo cuando queremos gastar algunas verduras rezagadas en el refrigerador y no sabemos cómo gastarlas.  O también cuando nos llegan amigos al último momento.

El relleno que les presento es solo una idea, porque la verdad es que la podemos realizar con lo que más nos guste.

Iniciamos lavando muy bien las hojas de nabo.  Sacamos y escurrimos.

Las colocamos en una olla al vapor y cocinamos por 10 minutos. 

Por naturaleza, las hojas de nabo tienen un sabor amargo, si deseamos quitarle ese sabor fuerte y que sean un poquito mas delicadas, entonces las cocinamos por 10 minutos en agua ya hervida y ligeramente salada.

Mientras se cocinan, colocamos en un recipiente mediano el bicarbonato.

Agregamos el jugo de limón.  Revolvemos bien.

Vertemos el agua.

Incorporamos a continuación la sal y seguimos revolviendo.

Vertemos el aceite.  Mezclamos.

El último ingrediente es la harina.

Amasamos hasta que obtengamos una masa bien compacta y suave pero no pegajosa.  Se puede realizar a mano o en la empastadora.   Cuando metemos los dedos en la masa, tienen que quedar las marcas.

Cubrimos y dejamos reposar 20 minutos a temperatura ambiente.

Mientras reposa la masa, si ya están listas las hojas de nabo, las dejamos enfriar y luego las escurrimos bien.

Colocamos en un sartén antiadherente u ollita mediana, un poquito de aceite extra virgen de oliva, los dientes de ajo cortados y el chile picante, sofreímos a fuego medio por unos 4-5 minutos para dar el sabor al aceite. 

Sacamos el ajo y el chile.

Cortamos finamente las hojas de nabo y las agregamos al aceite.  Cocinamos por 5 minutos y agregamos una pizca de sal al gusto.

Dejamos enfriar.

Mientras tanto, pelamos y cortamos en rebanadas delgadas las zanahorias.

Transcurridos los 20 minutos de reposo de la masa, la colocamos sobre una superficie enharinada y la extendemos con un rodillo hasta obtener un rectángulo delgado de aproximadamente 50 x 40 cm.

A la base, untamos la crema de soya de hierbas, colocamos en el centro las hojas de nabo frías y por último las rebanadas de zanahoria.

Precalentamos el horno a 180° C (350° F).

Cerramos los bordes mas largos. De afuera hacia adentro.

Luego los bordes de los lados hacia el centro.  Vertemos un poquito de aceite sobre la masa doblada y la distribuimos bien.

Doblamos a mitad y distribuimos otro poquito de aceite sobre la superficie, espolvoreamos orégano al gusto.

En una bandeja cubierta con papel para hornear, colocamos la schiacciata.

Horneamos por 25-30 minutos, hasta que la veamos doradita.

Degustamos bien caliente, aunque tibia o a temperatura ambiente es deliciosa también.

Nota:

Para el relleno basta la fantasía, se puede hacer con cualquier tipo de verduras cocinadas.

¡Buen provecho!