Receta ideal para una cena fresca y diferente.  Acompañada de una ensalada tenemos un plato completo.

Para aprovechar todas las propiedades y nutrientes de los calabacines como el potasio, ácido fólico, vitamina E y C; preparo esta receta con los frutos crudos, cocinando solamente algunos minutos en el horno.

Con un cortador de verduras o pelapapas cortamos los calabacines en rebanadas muy delgadas.  Dejamos aparte.

Lavamos y secamos las hojas de menta y las de albahaca.

Colocamos los 75 g pan rallado en un mixer o triturador, agregamos las hojas y trituramos, hasta que las hojas estén picadas finamente.

En un recipiente introducimos el pan perfumado a menta y albahaca; 5 cucharadas del queso parmesano, una pizca de sal y pimienta al gusto.  Revolvemos todo muy bien.  Dejamos aparte.

Cortamos en rebanadas las mozzarellas y las ponemos a escurrir en un colador.

Mientras tanto limpiamos delicadamente las flores y retiramos el pistilo y los tallos.   Si fuese necesario las lavamos y secamos.

Vertemos 2-3 cucharadas de aceite extra virgen de oliva y engrasamos completamente el molde.

Espolvoreamos una capa de pan rallado.

Sobre el pan, una capa de rebanadas de calabacines.

Una capa de queso mozzarella escurrida.

Una capa de 2 – 3 flores bien extendidas.

Una capa de pan y así sucesivamente realizamos las mismas capas hasta que se terminen los ingredientes.  Serán 4-5 capas en total.

La última capa tiene que ser de pan rallado y luego espolvoreamos el restante queso parmesano.

Horneamos en horno previamente precalentado a 180° C (350° F) por 35-45 minutos.

Cuando esté dorado, apagamos y retiramos.

Degustamos nuestro exquisito pastel tibio o incluso frío.

¡Buen provecho!