Exquisito pan, super fácil de realizar y lo mejor es que en unos 35 minutos podemos disfrutar de un pancito fresco y calientito.

Su origen es de India, la única diferencia es que no utilizamos levadura tradicional, sino bicarbonato para que resulte todavía más liviano y digerible.

Algunas veces estamos antojados de un pedacito de pan fresco, pero desistimos de la idea porque se requieren muchas horas entre preparación, fermentación y cocción.  Pues esta receta es la solución para degustarlo cada vez que tenemos ese antojito y no tenemos mucho tiempo a disposición.

Iniciamos cerniendo la harina en un recipiente grande.

Agregamos la sal.

Revolvemos bien para incorporar todos los ingredientes secos.

Incorporamos el yogur.

Mezclamos bien.

Creamos una masa homogénea. La cubrimos y la dejamos reposar por unos treinta minutos.

Tomamos la masa y la colocamos sobre una superficie enharinada, la extendemos y formamos una especie de rectángulo.

Iniciamos a cortar en pedazos más o menos iguales.

Cuando terminamos la operación de corte, tendremos de 15 a 20 pedazos, dependiendo del tamaño que prefieras.

Tomamos uno a uno los pedazos cortados y los colocamos en una superficie enharinada y creamos una bolita con cada uno.

Vamos extendiendo una a una con un rodillo.

Colocamos en un sartén grande anti adherente, un poquito de aceite y calentamos.  Bajamos la temperatura a medio baja.

Iniciamos a colocar cada uno de nuestros panes.  Cocinamos unos 3-4 minutos.

Cuando vemos que empiezan a aparecer unas burbujas grandes, giramos.

Repetimos hasta agotar nuestros panes.  Degustamos con lo que más nos guste ya sea dulce o salado.

Nota:

Se pueden realizar también al horno, por 12 minutos a 200° C (395° F).

¡Buen provecho!