Pan delicioso con un sabor super delicado, es semidulce lo que lo convierte en una excelente opción para un desayuno o una merienda diferente.

Si iniciamos a prepararlo en la mañana, ya para después de almuerzo lo podemos degustar así solito o con un quesito untable o mermelada.

Iniciamos cortando en rodajas delgadas el ayote, las colocamos sobre una bandeja, espolvoreamos una pizca de sal, romero triturado y las cocinamos por 15-20 minutos a 170°C (335°F).  Una vez suaves, retiramos del horno.

Con una batidora de inmersión realizamos un puré.  Dejamos enfriar completamente.

En un recipiente pequeño vertemos la leche o la bebida vegetal tibia, incorporamos la miel y agregamos la levadura de cerveza seca, revolvemos bien y la dejamos activar (cuando vemos espuma encima); este paso durará unos 5 -10 minutos.

En un recipiente grande cernimos la harina y agregamos el puré.

Colocamos en batidora con el gancho e iniciamos a amasar, podemos realizarlo también a mano, vamos incorporando los demás ingredientes, la leche o bebida con la levadura, la mantequilla suave a pomada cuando la masa está casi formada, agregamos por último la sal.  La masa debe ser suave pero no pegajosa, si fuese necesario vertemos otro poquito de leche o harina.

Pasamos la masa a un recipiente grande y la dejamos reposar bien cubierta por una hora a temperatura ambiente o en el horno apagado.  Si estuviese haciendo mucho frío, la colocamos en el horno con la luz encendida.

Después del reposo debería haber duplicado su volumen.

La colocamos sobre una superficie ligeramente espolvoreada de harina y la dividimos en 4 partes iguales.  Los amasamos hasta obtener 4 bolitas, cubrimos y dejamos reposar por 15 minutos.

Con un rodillo extendemos cada una de las bolitas y formamos tipo lenguas de aproximadamente el ancho de nuestro molde.

Las arrollamos sobre sí mismas, a forma de rollitos.

Los vamos colocando en el molde engrasado con mantequilla.

Una vez que todos los rollitos están dentro el molde, lo cubrimos y dejamos reposar por aproximadamente 2 horas hasta que haya duplicado su volumen.

Precalentamos el horno a 200° C (395°F).

Barnizamos con mantequilla derretida y horneamos por 30 minutos o hasta que veamos nuestro pan doradito.

Retiramos del horno, después de 15 minutos desmoldamos y dejamos enfriar completamente antes de degustar nuestro exquisito pan.

¡Buen provecho!