Un pan delicado y nutritivo, fácil de realizar.  Su perfume y sabor nos deleitarán.

Lo podemos acompañar con una deliciosa mermelada preferiblemente preparada en casa como la nuestra mermelada de fresas o con algo salado como un exquisito hummus de aceitunas. 

Cernimos las dos harinas en un recipiente grande.

Incorporamos la levadura de cerveza y aproximadamente 600 ml de agua.  Mezclamos con una cuchara hasta que la harina haya absorbido toda el agua.

Agregamos la miel y mezclamos.

Incorporamos la sal y los 50 ml de agua que quedaba, mezclamos bien hasta que obtengamos una masa lisa y homogénea.

Por último, vertemos el aceite.

Amasamos hasta que nuestra masa haya absorbido todo el aceite.

Una vez amasado, dejamos reposar por 45 minutos dentro de un recipiente cubierto a temperatura ambiente.  Incluso dentro el horno apagado.

Después del reposo debe lucir así.

Extendemos la masa sobre una superficie y lo jalamos hacia nosotros, realizamos este movimiento un par de veces.

Engrasamos un molde de pan cuadrado y colocamos la masa dentro, lo distribuimos uniformemente y sobre todo hasta los bordes.

Dejamos reposar por 3 horas aproximadamente hasta que haya duplicado su volumen.

Después del reposo.  Precalentamos el horno a 200° C (395° F).

Llegado a temperatura, horneamos sin la tapa por 35 minutos, luego bajamos la temperatura a 180° C (360° F) y horneamos por otros 10 minutos.

Retiramos del horno y después de 10 minutos sacamos del molde.

Dejamos enfriar completamente antes de cortarlo.  Al día siguiente es mucho más compacto.

¡Buen provecho!