Para iniciar bien el día, no hay nada mejor que con unos deliciosos pancakes livianos y golosos al mismo tiempo.

Me inspiré a realizarlos por una querida amiga que me contó que no podía comer harina blanca; así es que empecé a hacer experimentos, hasta que logré esta deliciosa mezcla de grano sarraceno que les da un toque rústico y lo mejor de todo es que es sin gluten.

Iniciamos a cernir en un recipiente grande las dos harinas.

Cernimos también la levadura. Mezclamos bien.

Agregamos las semillas de chía y la pizca de sal. Mezclamos bien.

Vertemos poco a poco la leche vegetal, mientras vamos revolviendo rápidamente de manera que no se formen grumos.

Vertemos el aceite y el jarabe de maple, mezclamos bien.

Agregamos las chispas de chocolate.

Mezclamos bien pero delicadamente. Dejamos reposar unos 5-10 minutos.

Precalentamos un sartén anti adherente. Colocamos un poquito de aceite de coco y la distribuimos sobre toda la superficie del sartén.

Para hacer pancakes medianos, colocamos un par de cucharadas de la mezcla por cada uno, si los queremos más pequeños colocamos una cucharada copetona.

Cocinamos por 2-3 minutos a fuego medio bajo.

Cuando vemos que ya se está poniendo doradito por debajo. Ya está cocinado. Giramos y cocinamos por otros 2-3 minutos.

Mientras los vamos cocinando, los vamos apilando, hasta terminar la mezcla.

Servimos bien calientes con un chorrito de jarabe de maple.

Nota:

Podemos cambiar las chispas de chocolate por arándanos frescos.

Los podemos degustar también con mermelada de arándanos en lugar de jarabe de maple.

¡Buen provecho!