Deliciosa mermelada con todo el sabor natural de la fruta, sin ningún tipo de azúcar adicional.

Perfecta para utilizarla en nuestras recetas favoritas o simplemente con un trozo de pan o galletas saladas.

En una olla grande, colocamos los frascos para mermelada y sus respectivas tapas, ponemos a hervir y cuando llega al punto de ebullición, los dejamos por 20 minutos a fuego alto.  Así, mientras prepararemos nuestra mermelada, esterilizaremos los frascos.

Lavamos y secamos delicadamente los arándanos.  Reservamos.

Rallamos la cáscara del limón y la picamos fino, reservamos.  Exprimimos el jugo de limón y reservamos.

Partimos las manzanas y quitamos las semillas, pero dejamos la cáscara. Las picamos finamente.

Colocamos en una olla de bordes altos, todos los ingredientes.

Iniciamos a cocinar a fuego alto y cuando llega al punto de ebullición, bajamos a fuego dulce y cocinamos por 1 hora aproximadamente, si aún está muy líquida, dejamos algunos minutos más, mezclando de vez en cuando para que no se pegue. 

Mientras tanto, quitamos los frascos de la olla y los ponemos a secar boca abajo.

Pocos minutos antes de terminar la cocción, licuamos poco, con la licuadora de inmersión.  No demasiado, para encontrar también pedacitos enteros de fruta.  El punto exacto de la mermelada será que cuando notemos un cambio más denso del líquido.

Vertemos la mermelada aún hirviendo en cada uno de los frascos bien secos, tapamos y volteamos boca abajo, para crear el efecto al vacío. Se dejan enfriar completamente.  Luego etiquetamos con fecha de realización.

Nota:

Se conservan en un lugar seco y fresco hasta por 4 meses.  Una vez abierta, se conserva en la refrigeradora por máximo 6 días.

¡Buen provecho!