Esta es una de mis recetas preferidas, la realizo muchas veces y cada vez nos gusta más. Se mantienen en el refrigerador hasta dos días y si realizas el doble de la receta (como yo) las puedes congelar apenas las preparas, es decir crudas. Se meten en el congelador separándolas con papel encerado y en un recipiente. Cuando las necesitas simplemente las sacas y cocinas a fuego moderado por unos 5 minutos por lado

Lavamos y escurrimos muy bien el mijo.

Lo cocinamos de acuerdo a las instrucciones de la confección.

Generalmente se cocina 2/1, es decir; por 200g de mijo, son 400ml de agua. Una vez lavado y escurrido, se coloca en una olla, agregamos el agua, salamos poco y agregamos un par de cucharadas de aceite para que no se nos pegue.

Mientras se cocina el mijo, se rallan los calabacines con un robot de cocina (mezclador) o un simple rallador.

Cuando ya está listo, lo dejamos enfriar y lo separamos con un tenedor.

En una sartén se sofríe la chalota (si no la encuentran se puede usar una cebolla pequeña dorada y un diente de ajo en camisa, que cuando aromatiza el aceite se saca) con tres cucharadas de aceite extra virgen de oliva.

Se agregan los calabacines y se dejan por unos 5 minutos, hasta que resulten blandos y bien mezclados con la chalota.

Dejamos enfriar tanto el mijo como los calabacines.

Cuando ya están fríos, se mezclan en un recipiente hasta que todo esté bien incorporado, se agrega el parmesano si son vegetarianas o tofu rallado si son veganas, se regula de sal.

Agregamos pan rallado hasta que se pueda trabajar la mezcla con las manos.

Hacemos bolitas con la masa y luego las aplastamos delicadamente para dar la forma de hamburguesitas.

Las empanizamos con un poquito de pan rallado.

Las colocamos en un sartén (preferiblemente anti adherente). Se cocinan por aproximadamente 3 minutos por lado hasta que estén doradas.

Se sirven bien calientes como acompañamiento.

¡Buen provecho!