Super delicadas, suaves y con un sabor sin igual.

El relleno es espectacular, pero se aconseja prepararlo la noche anterior para que se amalgamen perfectamente los sabores y que nos hará amar el ayote en esta presentación.

La masa de las galletas se prepara al momento, respetando siempre el tiempo de reposo en el refrigerador para un mejor resultado.

Iniciamos cortando en rebanadas delgadas el ayote, lo colocamos en una bandeja cubierta con papel encerado. 

Horneamos a 170°C (340°F) por 15-20 minutos, cuando estén suaves, retiramos y dejamos enfriar.

Colocamos las rebanadas suaves en un recipiente y con una licuadora a inmersión realizamos un puré.  Dejamos aparte.

Colocamos en un recipiente pequeño la uva pasa y vertemos encima un poquito de vino marsala o ron para dulces, apenas que la cubra.  Dejamos en remojo por algunos minutos, hasta que se suavicen.

Desmenuzamos las galletas tipo amaretto, dejamos aparte.

En un recipiente mediano colocamos el azúcar, las galletas desmenuzadas, la uva pasa suaves y el puré de ayote bien frío.  Revolvemos bien y dejamos en la refrigeradora por toda la noche.

Al día siguiente, colocamos en un recipiente la mantequilla no demasiado dura con el azúcar, batimos hasta que estén bien integrados.  Luego incorporamos el huevo y batimos hasta que se mezcle bien.

Agregamos el cacao, la canela, la vainilla y el polvo de hornear, batimos y si vemos que está muy seco, vertemos un poquito del vino marsala o el ron para dulces con el que habíamos mojado la uva pasa.

Incorporamos la harina tamizada junto al polvo de hornear.

Si fuese necesario vertemos un poquito de leche para que la masa sea manejable, pero debe quedar elástica, no pegajosa.

Envolvemos la masa con papel transparente de cocina y dejamos reposar por 1 hora en la refrigeradora.

Mientras tanto, picamos grueso las almendras y las agregamos al relleno de ayote, mezclamos bien.

Sobre una superficie colocamos un trozo grande de papel encerado, colocamos la masa después del reposo y otro trozo de papel encerado.

Con un rodillo extendemos la masa y dejamos un espesor de 5-6 mm.

Cortamos discos del diámetro que deseemos, lo importante es que sean pares.  Vamos colocando una nuez del relleno y cubrimos con otro disco.  Sellamos bien los bordes para que durante la cocción no se salga el relleno.

Precalentamos el horno a 180°C (355°F).

Vamos colocando las galletas sobre una bandeja de horno forrada con papel encerado.

Llegado a temperatura, horneamos por 15-18 minutos.

Retiramos del horno y dejamos enfriar completamente.

Espolvoreamos azúcar glas para dar ese toque especial.

¡Buen provecho!