Galletas de Almendras con Café y Cacao 

Exquisitas galletas, perfumadas al café y cacao, dos de nuestros ingredientes preferidos, hoy las preparo para un día especial: San Valentín, para los románticos las realizamos con nuestro molde de corazón, pero también las podemos realizar en otros momentos, con el molde que más nos guste.

Facilísimas y rápidas de realizar. Sin gluten y sin levadura, son simplemente perfectas.

Ingredientes

Para 15-20 galletas

250 g de almendras enteras con o sin piel o harina de almendras

115 g de azúcar en polvo

25 g de cacao amargo en polvo

2 cucharaditas de café soluble (3 g)

40 ml de agua tibia

Azúcar en polvo el necesario

Preparación

Iniciamos colocando las almendras enteras en un mixer o triturador, realizamos una especie de harina, si tuviésemos la harina, entonces omitimos este paso. Si el mixer es pequeño, lo hacemos en dos o tres veces, para que quede bien fina y además no recalentemos el mixer.

Colocamos en un recipiente mediano, la harina de almendras, el azúcar en polvo bien sueltito, si tuviese grumos, lo cernimos antes y el cacao amargo. Mezclamos bien.

Si el agua está fría, la entibiamos y agregamos el café soluble y revolvemos bien.

Agregamos el café a los ingredientes secos.

Revolvemos bien todos los ingredientes hasta que tengamos una masa homogénea. Y la colocamos en la refrigeradora por mínimo una media hora.

Sacamos la masa de la refrigeradora y realizamos bolitas, más o menos del tamaño de una nuez, deberían salir 15-20 bolitas.

Precalentamos el horno a 180° C (350° F).

A una bandeja, colocamos papel para hornear e iniciamos a dar forma a nuestras galletas con el molde preferido, yo utilizo a forma de corazón porque son para san Valentín.

Una vez que vamos dando la forma, las colocamos sobre la bandeja. Espolvoreamos un poco de azúcar en polvo y horneamos por 10 minutos.

Sacamos del horno y no las tocamos sino hasta cuando están completamente frías, porque son muy suaves, pero enfriando se endurecen un poquito. Estas galletas son un poquito crocantes por fuera y suavecitas por dentro.

Simplemente deliciosas, las degustamos con nuestra bebida favorita o incluso con un vino dulce para postres.

¡Buen provecho!