Sciatt

Los sciatt o “sapos” en dialecto, es una deliciosa especialidad de la tierra que me adoptó desde hace 15 años, la Valtellina (Valtelina) en el Norte de Italia.

Se llaman así por la forma que adquieren al cocinarse, son verdaderamente fáciles de realizar y el gusto que nos dan es impagable.

Se realizan con insumos de la zona, a partir de la harina de trigo sarraceno; el licor que es la grappa, fuerte, pero al mismo tiempo delicado en su sabor, el queso se llama casera, que es un semiduro típico. Así que esta es también una invitación para visitar la zona y se lleven como souvenir productos locales.

El secreto para realizar unos perfectos sciatt, es el juego de temperaturas de los ingredientes, es decir, antes de cocinar y durante la preparación.

Si deseamos realizarlos en casa y no tenemos los ingredientes típicos de la zona, podemos utilizar los que tengamos al alcance, tipo queso semiduro, el licor grappa lo podemos omitir.

Ingredientes

Para 40 – 45 sciatt

150 g de Harina 00

100 g Harina de Trigo Sarraceno

250 ml de Cerveza clara bien fría

70 ml de agua soda bien fría

20 ml de Licor Grappa (podemos omitirlo)

15 g de sal fina

200 g de queso tipo Casera o un semiduro

Pimienta negra al gusto

Para la ensaladita:

100 g de col rizado, repollo normal o alguna ensaladita un poquito amarga

4 cucharadas de aceite extra virgen de oliva

2 cucharadas de vinagre de manzana

Sal y pimienta negra al gusto

Para freír:

1 litro de aceite de maní o cacahuates

Preparación

El primer paso es realizar la mezcla en la que envolveremos el queso para luego freír.

En un recipiente grande cernimos sea la harina 00 que la de trigo sarraceno.

Agregamos la sal y la pimienta al gusto. Mezclamos bien.

Vertemos la cerveza bien fría.

Vertemos también casi toda el agua bien fría, pero no toda, si vemos que nos sirve más, la incorporaremos.

Incorporamos la grappa.

Mezclamos muy bien, hasta que tengamos una mezcla homogénea.

La consistencia de la mezcla, debe ser intermedia entre líquido y denso.

Dejamos reposar la mezcla en la refrigeradora, mientras preparamos el queso y la ensaladita.

Quitamos la parte más dura.

Lo cortamos en cubitos no demasiado pequeños, aproximadamente de 2-2.5 cm. Reservamos.

Lavamos y secamos bien la col o el repollo, lo cortamos fino. Reservamos.

En un recipiente pequeño mezclamos las 4 cucharadas de aceite extra virgen de oliva, las 2 de vinagre, una pizca de sal y de pimienta negra, mezclamos bien.

Mezclamos la salsa con la col o el repollo, dejamos que se incorporen bien los sabores. Reservamos.

En una olla mediana, colocamos el aceite y empezamos a calentarla.

Retiramos la mezcla de la refrigeradora.

Mientras tanto, metemos los pedazos de queso dentro la mezcla y los revolvemos bien, de manera que queden bien envueltos de la mezcla.

Cuando ya el aceite llego al punto exacto para freír (si tuviésemos un termómetro de cocina seria ideal, 170°, sino cuando este ya haciendo burbujitas desde abajo hacia la mitad de la olla).

Con la ayuda de dos cucharas, vamos sacando uno a uno los cubitos de queso, los escurrimos un poco pero no demasiado y los vamos metiendo en la olla para freír. Giramos delicadamente cuando vemos que ya esté dorado de una parte, aproximadamente se requieren 50 segundos por cada uno.

No meter más de 4-5 cubitos de queso a la vez, para poder cocinarlos bien, estando atentos a cada uno y que no se nos quemen.

El éxito de la receta consiste en lo caliente del aceite con lo frío de la mezcla.

Continuamos hasta agotar los cubos de queso.

Cuando lo abrimos, notaremos la parte crujiente de afuera y el corazón con un queso suave y derretido.

Servimos bien caliente, colocando una base de ensalada y encima nuestros sciatt.

¡Buen provecho!