Sabor fresco y diferente, para degustar como aperitivo o acompañamiento.

El apio nabo es una hortaliza con poquísimas calorías y tantas propiedades: desintoxicantes, diuréticas y antinflamatorias. Contiene fibra y nos proporciona hierro, calcio fósforo y vitamina C, entre otras cosas. Vale la pena probarlo y qué mejor manera que empanizado y al horno.

Iniciamos quitando la cáscara y limpiando de cualquier impuridad los apios nabos.

Cortamos en rebanadas de aproximadamente ½ cm.

En una olla mediana, ponemos agua y salamos poco, colocamos dentro las rebanadas de apio nabo y una vez que hierve el agua los cocinamos por 5-10 minutos.

En un recipiente aparte, colocamos la harina de garbanzos, espolvoreamos la cúrcuma, la pimienta y una pizca de sal. Mezclamos bien.

A los ingredientes secos, vertemos la cerveza.

Mezclamos bien, cubrimos y dejamos en reposo en la refrigeradora por mínimo 30-45 minutos.

En un plato grande colocamos la harina de maíz, la salvia y la mejorana bien picaditas si fuesen frescas o un poquito si fuesen secas. Mezclamos bien.

Transcurrido el tiempo de reposo de la mezcla líquida, pasamos una a una las rebanadas de apio nabo. Escurrimos un poco.

Inmediatamente después las vamos colocando sobre la harina de maíz.

Las giramos para que queden empanizadas las rebanadas. Repetimos hasta agotar las rebanadas de apio nabo.

Una vez que todas están empanizadas, decidimos si las vamos a hornear o freír.

Si fuese al horno, lo precalentamos a 200° C (395° F).

Colocamos papel para hornear sobre una bandeja de horno e iniciamos a colocar una a una las rebanadas de apio nabo. Vertemos un poquito de aceite extra virgen de oliva sobre cada una.

Horneamos por 10 minutos, con la bandeja a mitad del horno. Luego la pasamos en la parte más alta del horno por otros 5 minutos para dorar.

Si deseamos freírlas, entonces en un sartén, colocamos aceite para freír y las colocamos hasta dorar.

¡Buen provecho!