Deliciosos y saca de apuros, para cuando tenemos una noche en compañía de amigos o cuando deseamos llevar algo practico a un picnic.

Se preparan en poquísimo tiempo, super cargadas de verdura, esta receta la realicé con algunas de mis verduras preferidas, pero en realidad podemos utilizar otras a gusto personal.

Iniciamos picando finamente la cebolla.

Rallamos la zanahoria y los calabacines.

Picamos muy fino el repollo.

Colocamos en un sartén antiadherente, wok u olla mediana las 3 cucharadas de aceite extra virgen e iniciamos a sofreír la cebolla a fuego dulce, hasta que esté transparente.

Incorporamos al sartén el repollo.

Cocinamos por 5-10 minutos hasta que esté suave.

Agregamos los calabacines y la zanahoria, por aproximadamente otros 5 minutos, agregamos la sal, una pizca de pimienta y un poquito de semillas de ajonjolí.

Probamos y regulamos la sal si fuese necesario.  Dejamos enfriar.

Cortamos cuadraditos de la pasta o masa filo, separamos cada una de las capas y las barnizamos con aceite extra virgen de oliva, sobre la última, colocamos un par de cucharadas de la verdura cocinada.

Pasamos aceite sobre los bordes de todo el cuadrado.

Doblamos hacia el centro una de las partes del cuadrado.

Doblamos a continuación los bordes laterales.

Cerramos a forma de rollito.

Barnizamos cada uno de los rodillos, colocándolos sobre una bandeja de horno cubierta con papel para hornear.

Espolvoreamos un poquito de semillas de ajonjolí.

Horneamos en horno precalentado a 180°C (350°F) por 15-20 minutos hasta que veamos que estén doraditos.

Podemos degustarlos con una deliciosa salsa agridulce, con salsa de soja o así solitos son espectaculares.

¡Buen provecho!