Pizza con Calabacines

Esta es la receta de una de mis pizzas favoritas; tiene una base deliciosamente liviana y suave, no tiene tomate, por lo que al tener una base blanca degustamos al máximo el sabor de los calabacines junto a la base super sabrosa y crujiente.

Esta pizza vegetariana es ideal para cuando tenemos los calabacines en temporada.  Es exquisita caliente recién salida del horno, pero también tibia o fría para un almuerzo fuera de casa, o para un pic nic.

Ingredientes

Para 1 pizza grande + 4 pequeñas

500 g de harina de trigo tipo 1 o de espelta

15 g de sal

12 g de levadura de cerveza fresca

200 ml de cerveza clara

100 ml de bebida gaseosa tipo soda

500 g de queso para derretir o mozzarella

600 g de calabacines (zucchini)

Ralladura de 2 limones orgánicos

2 cucharadas de aceite extra virgen de oliva

¼ de cucharadita de sal (para los calabacines)

Pizca de pimienta negra

Opcional:  Tomatitos tipo cherry

Preparación

Iniciamos cortando en cuadritos la mozzarella (si fuese este el queso que deseamos utilizar, si fuese un semiduro, obviamos este pasaje y simplemente lo cortamos), los colocamos sobre un escurridor para que pierdan el exceso de agua.

Cernimos la harina en un recipiente grande.

Vertemos la cerveza, la levadura y la bebida gaseosa. Revolvemos.

Incorporamos la sal.

Mezclamos en una empastadora o a mano, resultará bastante pegajoso, pero es normal, cubrimos y dejamos reposar por 1 ½ hora.

Lavamos los limones, rallamos las cáscaras y dejamos aparte.

Lavamos y secamos los calabacines, con ayuda de un pelador de papas, cortamos en tiras cada uno.

En un recipiente colocamos los calabacines, agregamos las ralladuras de limón, el ¼ de cucharadita de sal, la pizca de pimienta y el aceite extra virgen de oliva, dejamos reposar.

La masa después del reposo habrá duplicado su volumen.

Colocamos la masa sobre una superficie enharinada.  Si decidimos realizar 1 pizza más 4 pequeñas, dividimos la masa a la mitad y la otra mitad en 4 partes iguales; si decidimos realizar dos pizzas grandes, entonces la masa la dividimos en dos.

Precalentamos el horno a 220° C (430° F).

Extendemos la masa con un rodillo o con las puntas de los dedos y la colocamos sobre una bandeja cubierta con papel encerado.

Distribuimos el queso sobre la pizza grande.

Realizamos el mismo procedimiento con las otras partes de la masa, para formar las pizzitas o la otra pizza grande, las posicionamos en otra bandeja y luego colocamos el queso sobre las demás.

Colocamos las tiras de calabacines sobre las pizzas.

Colocamos si lo deseamos tomatitos cherry cortados a la mitad.

Horneamos una bandeja a la vez por 15 minutos a 220° C.

Degustamos recién salidas del horno o también después en un maravilloso pic nic.

¡Buen provecho!