Delicioso pastel para cuando en el ambiente hace un poco de frío, normalmente nos viene ese deseo de un dulce que nos chinee y nos levante el ánimo.

Este es un pastel húmedo, con un sabor exquisito, una textura que se nos derrite en boca; el matrimonio de la calabaza con el chocolate es increíble. Para los niños, que no quieren comer verduras, este pastel es la respuesta, lo comerán con gusto.

Iniciamos colocando las almendras en un triturador o mixer.

Las trituramos dependiendo de la textura que queramos en el pastel, o muy fina o un poco más gruesa, de manera que nos queden pedacitos de almendras en el pastel.

Aparte, picamos la calabaza en pedacitos pequeños.

En una licuadora o mixer, colocamos la calabaza picada y la leche.

Licuamos bien, hasta que tengamos un compuesto homogéneo. Pasamos a un recipiente grande y reservamos.

En un recipiente mediano, aparte, cernimos la harina. Reservamos.

En el recipiente de la leche con calabaza, agregamos el aceite, mezclamos.

Incorporamos el jarabe de maple, revolvemos bien.

Al recipiente de la harina, incorporamos la harina de almendras o almendras trituradas, la pizca de nuez moscada, la pizca de sal y la canela.

Revolvemos bien.

Al recipiente de los líquidos, agregamos poco a poco, mezclando siempre para que no se formen grumos, los ingredientes secos.

Precalentamos el horno a 180° C (350° F).

Por último, agregamos las chispas de chocolate y la levadura o polvo de hornear cernida.

Revolvemos delicadamente con una espátula.

Engrasamos un molde con forma (como el mío) o uno de 24 cm y vertemos la mezcla.

Horneamos en horno caliente por 50 – 60 minutos. Antes de retirar del horno, hacemos la prueba con el palillo.

Esperamos unos 10 minutos y luego desmoldamos,

Lo disfrutamos como un nutriente desayuno o como una golosa merienda.

Nota:

Recordemos que es un pastel húmedo, así es que el palillo no saldrá completamente seco.

¡Buen provecho!