Deliciosa variante de la farinata de garbanzos original. El sabor delicado de las arvejas junto a la calabaza, se unen para crear un sabor único y especial.

La farinata es un plato de la Liguria, especialmente de la ciudad de Génova, Italia. La receta original se realiza con harina de garbanzos, esta receta que les propongo es igualmente deliciosa y para variar sabores la realicé con la harina de arvejas.

En un recipiente colocamos la harina y el agua, revolvemos.

Cubrimos y dejamos reposar por un mínimo de 4 -5 horas a un máximo de 10 horas.

Transcurridas las horas de reposo, agregamos la pimienta, la sal y el aceite.

Precalentamos el horno a 180° C (350° F).

Si lo quisiéramos hacer más tiempo de eso, se deja reposar en la refrigeradora para que no fermente. Revolvemos de vez en cuando.

Colocamos en el molde, papel para hornear; luego agregamos aceite y la distribuimos sobre toda la superficie.

Vertemos la mezcla en el molde y horneamos por 30 minutos en la parte más baja del horno, luego colocamos el molde en la parte de arriba por otros 10 minutos para dorar.

Mientras se hornea la farinata, cortamos en rebanadas delgadas de no más de 5mm la calabaza.

Las cocinamos al vapor por 5-10 minutos, hasta que se cocine y este suave.

Una vez que esté dorada, se saca y la cortamos en pedazos, así como la calabaza y formamos una especie de emparedado de farinata con calabaza. O también solita es deliciosa.

Degustamos tibia o incluso a temperatura ambiente.

Nota:

Se come preferiblemente recién salida del horno, pero se puede conservar por 2-3 días en la refrigeradora.

¡Buen provecho!