Delicioso arroz cremoso, perfecto para un almuerzo en compañía. El secreto de un risotto perfecto es su cocción hecha paso a paso, un cucharón a la vez del caldo. En fin, su sencillez es lo que cautiva hasta los más entendedores.

Para cocinar el risotto de ayote, iniciamos preparando un caldo vegetal y lo dejamos a fuego mínimo, pues nos servirá siempre caliente.

Limpiamos el ayote, quitamos la cáscara, filamentos y semillas; luego cortamos el ayote en pedacitos pequeños, pero no demasiado, reservamos. Cortamos finamente la cebolla.

En una olla de bordes altos, colocamos el aceite y ponemos a sofreír la cebolla a fuego dulce por aproximadamente 10 minutos, hasta que esté transparente.

Incorporamos el ayote y lo cocinamos por 5 minutos a fuego medio, revolviendo a menudo para que no se nos queme.

Llegados a este punto agregamos el arroz y lo sofreímos, este paso es muy importante, sirve para impermeabilizar los granos y le regala una extraordinaria resistencia a la cocción al punto justo del risotto sin sobrecoserlo. Es simplemente sofreírlo un par de minutos a fuego medio-alto, teniendo cuidado de no quemarlo.

Después de sofreír, agregamos el vino y dejamos que se evapore el alcohol. Este paso dura aproximadamente 2 minutos.

Una vez evaporado el alcohol, iniciamos a agregar un cucharón a la vez de caldo, apenas empieza a secarse, metemos inmediatamente otra y así sucesivamente hasta que nuestro arroz llegue a su punto ideal de cocción.

Este proceso dura de 15-20 minutos en total. No se ocupará todo el 1,5 L del caldo, pero casi.

Casi al final de la cocción espolvoreamos la pimienta, una pizca de jengibre en polvo y regulamos la sal.

Una vez cocinado el risotto, apagamos el fuego, agregamos la mantequilla vegetal y el queso parmesano, dejamos incorporar todos los sabores por aproximadamente 5 minutos.

Servimos nuestro delicioso y cremoso risotto bien caliente.

¡Buen provecho!